—Usted habla de erradicar los campamentos, de entregar educación de calidad y gratuita para quienes no pueden pagar. Para alcanzar eso el crecimiento económico quizás no sea suficiente, ¿tiene pensado hacer una nueva reforma tributaria?
—Cuando termine la primaria voy a convocar a los equipos profesionales para hacer el programa de gobierno y daré a conocer noventa compromisos para construir un país más justo. Yo voy a tener los recursos que necesito para estos noventa compromisos.
—¿Esos recursos los va a sacar de una reforma?
—Si lo requiero, lo voy a evaluar. Siempre que no impacte el crecimiento y que no afecte el empleo.
—¿Le parece necesario trabajar para que la distribución del ingreso sea más equitativa?
—Si tú quieres mejorar la distribución del ingreso hay dos herramientas: la educación y el emprendimiento. ¿Qué es lo que nos pasó en Chile? En treinta años pasamos a tener diez veces más jóvenes que pueden llegar a la educación superior. ¡Pero los endeudamos a todos! El año 2000 cuando Joaquín Lavín me preguntó qué es lo que había que hacer en Chile, yo le dije “Joaquín, lo único que hay que hacer es un tema de becas y créditos porque estamos dormidos en una bomba”. Nosotros no podemos permitirle a la gente que llegue a la universidad, todos felices, grandes universidades, pero con una mochila de endeudamiento imposible de pagar para el resto de la vida.
—Cuando usted dijo que quería crear un Sernac de educación y uno de salud, algunos consideraron que eso era propio de una visión de consumo, ¿qué le parecen esas críticas?
—Yo sé que existe esa mirada. Pero este es un derecho ciudadano, el Sernac es una institución ciudadana, no es una institución del consumo. Es un órgano, que tenemos que avanzar para que sea autónomo. Debe velar porque se respeten los derechos de los ciudadanos y defenderlos en cuanto a consumidores, porque es mucha la gente que firma contratos en salud o en educación.
—Salud y educación, ¿son bienes de consumo o son derechos?
—La educación es un bien público y un bien privado. Tiene ambas. Si yo soy una persona que obtengo una beca Chile para sacar un estudio de postgrado en el extranjero, me beneficio yo y es un bien privado para mí. Voy a disfrutar de eso y tendré un mejor ingreso. Pero también lo hacemos, porque es un bien público y necesitamos capital humano en Chile.
—Entonces, ¿son bienes de consumo o son derechos?
—Esa es una consigna de la izquierda que yo no la compro un minuto.
—Pero si la educación no es un bien de consumo y tampoco es un derecho, ¿qué es?
—La consigna de la educación es educación de calidad. La proveerá el Estado o los privados, pero de calidad. Si usted es malo en el Estado o en el privado, yo lo voy a cerrar. Los dos son colaboradores en la educación.
—Si es un bien hay ciertas personas que pueden optar por ella, si es un derecho todos deberían poder tenerla.
—A los chilenos les encanta creer que las cosas se arreglan por las leyes. Entonces decimos “es un derecho”, perfecto. Pero debemos tener claro si vamos a cumplir esos derechos. Con decir que es un derecho, ¿arreglamos el problema? No. Está bien, es un derecho, pero ¿cómo generamos la educación de calidad? ¿Cuál es el rol de los privados? Debemos tener una buena superintendencia, un buen sistema de acreditación. Esa es la discusión que yo quiero. Este es el consenso que necesita el país. Y ese cambio lo vamos a lograr en muchos años, si alguien cree que vamos a cambiar la calidad en un periodo, se equivoca.
LA NUEVA CONCERTACIÓN
—¿Por qué no fue usted el candidato de la UDI desde un comienzo?
—Mucha gente cree que busco eso, que lo quiero, pero nunca lo he buscado. Siempre he pensado en Chile. Yo no me engaño jugando al solitario, nunca he tomado una decisión sin tener en cuenta qué es lo mejor para el país. ¿Le conviene a la UDI? Me da lo mismo, ¿me conviene a mí? da lo mismo, ¿le conviene al país? Listo. Ese ha sido siempre mi eje.
—¿Cree que es usted lo que más le conviene al país?
—No tengo ninguna duda, por eso lo asumo. Creo que lo mejor es que haya un segundo gobierno de la Alianza.
—¿Qué es lo que lo diferencia de los otros candidatos?
—Yo soy un candidato por el que votan personas que, generalmente, no votan por la derecha. Mi compromiso, y el de la UDI, con el mundo de la pobreza ha logrado incorporar, a la centroderecha chilena, a personas y familias que históricamente no fueron de derecha.
—¿Da lo mismo si quien llega a la papeleta en noviembre es usted o Andrés Allamand, mientras sea la Alianza la que gane las elecciones?
—Es mejor para Chile que la Alianza tenga un segundo gobierno, porque además la Concertación ya no es la misma que conocimos. Por primera vez enfrentamos al partido comunista en un acuerdo político en la Concertación. No me van a convencer a mí de que una coalición que vaya con el PC es lo mejor para Chile, no. Es diferente esta elección, creo sinceramente que hemos hecho un gran gobierno y creo que es mucho mejor que haya un segundo. No veo razón para que vuelva la Concertación, menos ahora con el PC incluido.
Sobre la autora: Carla Ruiz es alumna de quinto año de Periodismo y esta crónica es parte de su trabajo en el curso Taller de Entrevista en Medios, dictado por el profesor Eduardo Sepúlveda.