Por Javiera Reyes

La acción “Para fomentar el emprendimiento femenino, desarrollamos acciones destinadas a potenciar los negocios de actuales proveedoras mujeres de Walmart Chile y a identificar a nuevas empresas lideradas por mujeres que podrían incorporase como proveedoras de nuestros supermercados. En este ámbito, junto al programa Compite +1000 de la Universidad Adolfo Ibáñez, estamos contribuyendo a la capacitación y mentoría de mujeres emprendedoras, actuales o potenciales proveedoras de Walmart Chile, a fin de apoyarlas en la tarea de potenciar sus negocios y hacerlos más exitosos”, es cierta sin reparos. Esto conforme la metodología del ejercicio de verificación realizado por el equipo de estudiantes del taller de Fact Checking de periodismo de la Universidad Católica.

El año pasado Walmart compró un curso entero del programa “Compite + 1000” de la Universidad Adolfo Ibáñez. El costo fue de 96 millones de pesos y se realizó de junio a diciembre. Walmart identificó 30 pymes con potencial de crecimiento lideradas por mujeres dispuestas a comprometerse en un proyecto de largo plazo.

El programa prometió entregar herramientas en las áreas de finanzas, estrategia, modelos de negocio, marketing, recursos humanos y tecnología. Las beneficiarias fueron mujeres pertenecientes a la categoría de “Women Owned Business”, que son aquellas empresas donde el 51 por ciento o más del capital social de la empresa corresponde a mujeres y la administración también es llevada por ellas.

La “graduación” de estas mujeres se dio a conocer a través de los medios y fueron 30 quienes finalizaron el programa. El programa plantea que las mujeres se pueden transformar en proveedoras de Walmart. Esto se cumple, ya que en el registro de la empresa figuran 17.000 millones de pesos en compras hechas a proveedoras mujeres durante el año pasado, donde se especifican con nombre, apellido y producto cada una de ellas.

Pilar Aspillaga, gerenta de responsabilidad social, señala que para finales de este año se espera llegar a los 19 mil millones. Afirma, también, que Walmart está discutiendo un proyecto para destacar los productos hechos por mujeres.

Las beneficiadas por el programa avalan su efectividad. Ximena Celedón dueña de la pyme “Art Soap”, señala que el programa le entregó herramientas que a sus 56 años no habría podido aprender por sí sola. A lo largo del programa le iban dando desafíos útiles para aplicar en su empresa y gracias a esto logró hacer una página web. Según ella, durante este año las cifras han hablado por sí solas: “Tuve un 26 por ciento de crecimiento, no son resultados románticos, son numéricos”. Marianella Raygada, dueña de la pyme “Manka” de productos gourmet, señaló lo beneficiosas que fueron las tutorías personalizadas, ya que “me ayudaron a ordenarme aplicando nuevas estrategias”. Actualmente, ambas empresarias son proveedoras activas de Walmart.

Según un estudio llamado “Woman Matters”, la productividad de las empresas que poseen mujeres en su directorio tienen un promedio de retornos sobre el patrimonio (ROE) superior al 10 por ciento que las que no las poseen. Y si hay mujeres en la gerencia general, esta es de un 11,4 por ciento. Además, según datos de la Cepal, el aumento de la participación femenina en la actividad financiera subió del 31,6 por ciento al 51,1 por ciento de los ocupados del sector, lo que se traduce en casi 59 mil personas.

Aun así, la participación femenina en el mundo laboral sigue siendo baja. Según datos del Instituto Nacional de Estadísticas Chile, la tasa de actividad laboral femenina en el país es de 47 por ciento, versus un 80 por ciento de los hombres, y las cifras entregadas por la Subsecretería de Trabajo señalan que en Chile cinco de cada diez chilenas trabajan. Estos datos, comparados con otros países miembros de la OCDE, posicionan a Chile como uno de los países con menor participación femenina.

Este año el programa “Compite + 1000” se está aplicando de la misma manera que el año pasado, pero en conjunto con el Banco de Chile.