Sofía Chávarri M. / Fotos Martín Corvera

Luego de un día que comenzó con una marcha durante la mañana, Diego Vela llega cansado al patio de Casa Central de la Universidad Católica. Con un vaso de jugo en la mano y saludando a quienes se encuentran a su alrededor, se sienta y dice “estoy agotado”. Vela da a entender que desde hace unas semanas está consiente del fin de su mandatado al frente la Federación de Estudiantes de la UC (Feuc), razón por la cual se encuentra en un proceso revisionista de su gestión.

—Las elecciones de la Feuc fueron ajustadas este año, ¿qué responsabilidad atribuye a su equipo de la Nueva Acción Universitaria (NAU)?
—Pensamos que iba a votar más gente y eso nos afectó. Nuestro electorado votó poco, pero logramos nuestro objetivo que era pasar a segunda vuelta. Después de la poca votación que hubo en primera vuelta, estábamos súper preocupados. Pero logramos transmitir la importancia de esta votación, y eso fue la clave del éxito.

—¿Cómo crees que influyeron los cinco años que el NAU llevaba al mando de la Feuc?
—Pesa absolutamente el hecho de que a mucha gente nunca le ha tocado una Feuc gremialista. Claramente está la incertidumbre de cómo será probar con otro. Pero, justamente, se pudo reflejar que son caminos distintos: visiones de país y universidad que son contrapuestas.

—¿Qué piensas sobre los líderes estudiantiles de 2011? ¿Qué te parecen las críticas a Giorgio Jackson y Camila Vallejo por su respaldo a la Nueva Mayoría?
—La imagen de ellos para los jóvenes no es tan amigable, pero claramente se trata de algo positivo. Ellos deben mantenerse firmes sobre cuáles son los cambios que quieren lograr. Hay que tener claro que no somos un grupo de iluminados que tenemos la verdad absoluta, sino que debemos debatirla con puntos de vista diferentes. Si otras personas están apoyando a estas figuras, creo que muestra cosas que son positivas y lo más importante es que nos quieren escuchar. Lo negativo sería que esos espacios se cerraran y no fueran compartidas las demandas, no queremos ese camino. Otra cosa es si uno cree que esa apuesta es la que va a conducir hacia los cambios anhelados.

—En un eventual gobierno de la Nueva Mayoría, ¿cómo te imaginas a los jóvenes levantándose en las calles y, a su vez, a Vallejo y Jackson en el parlamento?
—Son jóvenes en el aparato legislativo y eso no se contrapone. Lo que hay que lograr es la motivación y fortalecer los movimientos sociales en cuanto al nivel de conciencia, participación y colaboración. También hay que lograr que estos cambios se vean reflejados en todos los espacios. A su vez, si los jóvenes participan en el aparato legislativo, nos serán de gran ayuda para obtener estas metas que nos hemos trazado.

—¿Qué opinión tienes de las propuestas educacionales de las candidatas presidenciales?
—Hemos visto claridad en [Evelyn] Matthei en cuanto a seguir profundizando este modelo. Es legítimo, pero está en la vereda opuesta a lo que nosotros queremos. [Michelle] Bachelet, hasta este minuto, ha tenido buenos titulares pero sin bajadas concretas. Es importante que se manifiesten claramente porque en el cambio de la educación sí se puede hacer una reforma concreta, aunque es paulatino y hay recursos limitados. Todos hablan de la gran reforma educacional, pero ¿qué contempla esa reforma?, puede ser cualquier cosa. Lo lamentable es que vemos que, si no nos movilizamos, no vamos a tener esos cambios: van a ser solo bonitos anuncios y medidas superficiales.

Vela cree que los estudiantes seguirán movilizandos en 2014.

—Algunos dicen que el movimiento estudiantil sería algo que quedó atrás, que las calles ya no se verán repletas de jóvenes como antes.
—Hemos mantenido la convocación de la gente. Lo que se ve como natural ahora, como antes eran las injusticias en la educación, es que mes a mes salgan a las calles 70 mil personas. De hecho, los medios de comunicación ya no cubren todas las marchas. Esto es grave, pues hoy se aprecia una mirada indiferente ante las movilizaciones; no hay que esperar que pasen cosas graves, como lo ocurrido en Brasil, para ser escuchados. También es complicado hacerse cargo en un año donde los candidatos no quieren debatir sobre los temas que los jóvenes consideramos importantes. Si quieren representarnos, deben manifestarse en propuestas concretas para no generar un daño a la democracia.

—Tu gestión en la Feuc, ¿ha sido mejor o peor de lo que pensabas?
—Ha sido alucinante. Es un lugar donde tienes que aprender a aprender. Estás en un espacio donde muchos esperan que uno enseñe, pero creo que es al contrario, me han enseñando mucho. Es muy demandante, mi vida se ha trasformado en esto, muy pocas veces puedo dejarme tiempo para trotar y menos para ver a mis sobrinos.

—¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción como presidente de la Feuc?
—Hemos conseguido logros importantes. Uno de ellos es mostrar que el movimiento estudiantil sigue fortalecido y pudimos aclarar cuáles son los puntos de fondo que queremos cambiar para que los candidatos los tengan presente. Otra cosa fue la incorporación del ranking de medidas de calidad y equidad para la educación. Por último, el comprender que se puede dialogar con diversos actores, hemos podido abrir espacios que han dado pie para hacer cosas que eran impensadas en la universidad, como lo fue la entrega de títulos póstumos [a alumnos detenidos desaparecidos o ejecutados durante la dictadura]. Hemos demostrado que sí somos consecuentes y buscamos nuestro norte que se construye con el otro. Podemos crear algo que sea de todos.

—¿En el año que te queda de carrera esperas seguir ligado al NAU? Se ha dicho que la Izquierda Autónoma (IA) ha tenido conversaciones contigo para que integres sus filas.
—En el NAU quiero seguir involucrado sí o sí, y como me queda un año voy a seguir en sus filas. Cuando egrese revisaré mis proyectos políticos, pero me voy a meter a otro movimiento, no sería parte de la Izquierda Autónoma. Creo que hemos logrado un trabajo muy bueno con ellos, tenemos hartos puntos en común, pero pienso que el NAU tiene ciertas características que nos diferencian de IA, son visiones de país con ciertas diferencias y en las vías para lograr los cambios. Fuera de la universidad hay otros espacios que me representan más.

—¿En cuál partido militarías al egresar?
—Tengo ideas con bastante certeza, pero eso lo voy a ver cuando termine mis estudios en la universidad.

Sobre la autora: Sofía Chávarri es alumna de primer año del plan de Periodismo para licenciados y este reportaje es parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa Escrita, dictado por la profesora María Olga Delpiano.