Por Fernanda Mujica/Ilustración: Hernán Kirsten.

Julio Berríos (17) recibe un sueldo de casi 500 mil pesos al mes. De lunes a viernes, debe levantarse a las dos de la tarde porque a las 15.00 hrs. comienza su turno de trabajo. Son ocho horas diarias en las que debe entrenar junto a cuatro compañeros para que su equipo gane torneos internacionales. No es un deportista de alto rendimiento, pero lo más cercano que hay en Chile a un gamer profesional. Él se dedica a jugar League of Legends (LOL).

En 2014 Julio Berríos o Juliostito, como lo conocen dentro del juego, formó un equipo junto a dos chilenos y dos argentinos. Todos estaban en el nivel Challenger I,  la categoría más alta dentro del videojuego que concentra al 0,02% del total de jugadores. Otras categorías del ranking de ligas son Master, Diamante, Platino, Oro, Plata y Bronce, con variaciones en cada una. Los puntos obtenidos en el juego definen la pertenencia a una de ellas.

Con 17 años Julio Berríos tiene más de cinco mil seguidores en Facebook y el 11 de abril de 2015 su equipo recibió diez mil dólares al ganar el Torneo de Apertura a nivel latinoamericano de LOL, realizado en el Teatro Caupolicán.

El equipo de Julio Berríos forma parte de Kaos Latin Gamers (KLG), que en su página de Facebook se define como “una corporación”, que se dedica a formar equipos competitivos de juegos electrónicos con jugadores remunerados. La organización la creó en 2013 el puertorriqueño José Martínez que se identifica en el juego como Cuballende. Además de LOL incluyen otros videojuegos multijugador como DotA 2 y Starcraft II, desarrollados por Valve Corporation y Blizzard Entertainment, respectivamente.

Juliostito tiene más de cinco mil seguidores en Facebook y el 11 de abril de 2015 su equipo recibió diez mil dólares al ganar el Torneo de Apertura a nivel latinoamericano de LOL, realizado en el Teatro Caupolicán. En el campeonato, el premio fue disputado por dos equipos, que a su vez representan a dos ligas profesionales: Latinoamérica Sur (LAS), en la cual está KLG, y Latinoamérica Norte (LAN).

Cada una de estas divisiones está integrada por diferentes países. LAS tiene a Bolivia, Chile, Argentina, Uruguay y Paraguay, mientras que en LAN hay aproximadamente veinte países, entre ellos México, Colombia, Venezuela y Ecuador. Para llegar al Torneo de Apertura, cada uno de estos equipos debió eliminar a los rivales de su respectiva sección.

El equipo Kaos Latin Gamers tras ganar el torneo de apertura de LOL en el Teatro Caupolicán. Foto: Fernanda Mujica.

El equipo Kaos Latin Gamers tras ganar el torneo de apertura de LOL en el Teatro Caupolicán. Foto: Fernanda Mujica.

Un mundo en 40 minutos

League of Legends es un videojuego que consiste en un campo de batalla multijugador online. Según cifras entregadas en 2014 por la empresa desarrolladora del juegos Riot Games en su página web, en el mundo hay en promedio 67 millones de usuarios activos al mes y 27 millones de jugadores cada día. “Yo creo que esta popularidad tiene que ver con el hecho de que sea gratis, de que cualquier persona con un computador básico puede acceder a él, la facilidad de su mecánica de juego y porque invita a que sea jugado en equipo”, explica Alejandro Alaluf, periodista especializado en videojuegos.

LOL tiene 67 millones de usuarios activos al mes y 27 millones cada día.

Los participantes, que en la dinámica de LOL se llaman invocadores, se dividen en dos equipos de tres o cinco integrantes, dependiendo del modo de juego. Antes de comenzar la partida cada uno debe escoger a uno de los cerca de 120 personajes disponibles llamados “campeones” y que tienen diferentes habilidades. El objetivo es destruir al equipo contrario, lo que ocurre cuando sus “puntos de vida” llegan a cero. Al ir matando a los adversarios y otros personajes, se va ganando experiencia y se pueden comprar objetos para mejorar las características del campeón. Todo en alrededor de 40 minutos.

Mientras más me ven, más gano

Sólo algunos jugadores llegan a un nivel profesional, ya que requiere dedicación y tiempo. “Para mantenerme ganando un sueldo tengo que concentrarme en no bajar mi nivel”, afirma Julio y agrega: “somos seis equipos de LOL en la parte sur de Latinoamérica considerados profesionales y que recibimos un sueldo, si me mantengo me siguen pagando”. Para mejorar es necesario invertir en el juego al menos ocho horas diarias. De esta forma, si el competidor gana, aumenta sus puntos y sube en el ranking de ligas.

Grupos como al que pertenece Julio tienen auspiciadores que pagan a los jugadores por aparecer en streaming mientras juegan, para que otros usuarios los vean en línea y aprendan sus técnicas. Los patrocinadores pagan más mientras más visualizaciones tenga el video, lo que depende del nivel que tenga el jugador. La principal fuente de financiamiento es la distribuidora y desarrolladora Riot Games que les aporta fondos por la visualización de los videos y entrega los premios en los torneos.

Riot Games es la distribuidora del juego y principal fuente de financiamiento de los gamers profesionales de LOL, quiénes requieren de ocho horas diarias de entrenamiento para mantener su nivel.

Riot Games es la distribuidora del juego y principal fuente de financiamiento de los gamers profesionales de LOL a través de los premios que entrega en las competencias. Foto: Fernanda Mujica.

Vivir jugando

Julio Berríos vive por temporadas en una gaming house, que tiene como objetivo permitir el entrenamiento de los jugadores sin que se expongan a distracciones. Es la única en Chile y una de las tres de Latinoamérica. Desde enero de 2015 los cinco miembros del equipo de League of Legends de KLG, además de su representante, viven y entrenan en la casa. Julio no vive en la casa de forma permanente, ya que debe compatibilizar el juego con sus estudios de cuarto medio. Permanece en la gaming house durante las vacaciones de verano y en ocasiones especiales, como antes de un torneo.

Los jugadores se despiertan alrededor de las dos de la tarde, luego almuerzan y tienen un entrenamiento grupal entre tres de la tarde y once de la noche, donde juegan tres partidas. Luego comen y pueden ocupar su tiempo libre como ellos quieran. Durante los fines de semana visitan a sus familias.

La gaming house de KLG tiene tres pisos y se ubica en la comuna de Huechuraba. El jardín no tiene plantas, a diferencia de las otras casas del sector. En el comedor hay fotografías de los torneos presenciales que ha ganado el equipo. El tercer piso está destinado al entrenamiento, las visitas que reciben no pueden subir a esta parte de la casa. En el segundo piso están las habitaciones de los miembros del equipo, quienes duermen de a dos por pieza.

“Ellos tienen un horario de trabajo dentro de la casa, que va de lunes a viernes. Tienen contratos con Riot Games, que en este momento se están validando legalmente y que por ahora son acuerdos”, señala Francisco Osorio, representante y director de la casa de KLG. Según este horario, los jugadores se despiertan alrededor de las dos de la tarde, luego almuerzan y tienen un entrenamiento grupal entre tres de la tarde y once de la noche, donde juegan tres partidas. Luego comen y pueden ocupar su tiempo libre como ellos quieran. Durante los fines de semana visitan a sus familias.

Felipe Pastenes (21) pretende retomar la carrera de Ingeniería Comercial y convertirse en entrenador de LOL, cuando haya sobrepasado los 23, la edad ideal para ser gamer profesional.

Felipe Pastenes (21) pretende retomar la carrera de Ingeniería Comercial y convertirse en entrenador de LOL, cuando haya sobrepasado los 23, la edad ideal para ser gamer profesional. Foto: Fernanda Mujica.

Felipe Pastenes, conocido como Helior dentro del juego, es el capitán del equipo y vive en la casa de lunes a viernes. Tiene 21 años y se retiró de Ingeniería Comercial para dedicarse al juego. “No me daba el tiempo para hacer las dos cosas”, señala Pastenes, quien pretende seguir hasta los 23 o 25 años, dependiendo de cómo se mantenga su popularidad. Después quiere retomar sus estudios y dedicarse a ser entrenador de un equipo. Los gamers profesionales generalmente tienen entre 17 y 23 años, debido a que los reflejos y tiempos de reacción al momento de tomar decisiones son fundamentales para este tipo de juegos.

“Mi familia en un principio no me apoyaba, porque sólo jugaba sin ganar nada, pero después cuando empecé a ganar plata y a viajar a torneos a otros países, me empezaron a apoyar”, cuenta Pastenes. Aunque ahora puede vivir del juego, sabe que en un futuro deberá tener un trabajo más estable y por eso contempla la posibilidad de convertirse en entrenador para no desligarse de su pasión. Sin embargo, a corto plazo se concentra en no bajar su desempeño y en clasificar junto al resto de KLG al mundial que se realizará en septiembre de 2015.

Insert coin

Por el momento, la gaming house se mantiene con los premios del equipo y los aportes de José Martínez, el fundador y dueño de la marca KLG y de todos los equipos de los distintos videojuegos que la integran. Vive en Puerto Rico y controla a los jugadores a la distancia, vía telefónica o por Skype. En julio del año pasado decidió poner una casa de entrenamiento en Santiago para el equipo de League of Legends, debido a la popularidad del juego y a los logros que había obtenido el grupo en competencias.

“Con la vitrina que nos está dando la empresa del juego y los canales de televisión tenemos fe de que ahora sí podamos conseguir auspiciadores”, cuenta el representante del grupo de League of Legends de KLG, Francisco Osorio.

A pesar de que considera que el negocio de los videojuegos online en Latinoamérica aún no es tan rentable como para vivir exclusivamente de eso, como sucede en Norteamérica, Asia y Europa, donde los jugadores son celebridades y obtienen sueldos millonarios por parte de los auspiciadores, tiene la convicción de que en uno o dos años ya existirán equipos viviendo del juego. “Esto es como todo tipo de negocio que está comenzando. En Europa, al comienzo, hace cinco años nadie invertía en esto y hoy en día todo el mundo quiere invertir. En Asia pasó hace muchos años también. Todo esto es cuestión de tiempo”, dice Martínez.

“Con la vitrina que nos está dando la empresa del juego y los canales de televisión tenemos fe de que ahora sí podamos conseguir auspiciadores, pero es complicado porque son pocas empresas las que invierten y las que lo hacen son conocidas internacionalmente, pero en Chile no tanto”, cuenta el representante del grupo de League of Legends de KLG, Francisco Osorio.

Víctor Pinochet es gerente general en GamersX, una tienda especializada en productos relacionados con los videojuegos, que auspicia a equipos profesionales en Chile. Además es representante en Latinoamérica de dos de las marcas que vende en su tienda DXRacer y Tesoro. “Nosotros vemos cómo están los equipos y vemos a cuál nos conviene auspiciar, dependiendo de los logros que han tenido, por ejemplo, por los torneos que han ganado o por las visualizaciones de sus partidas online”, cuenta Pinochet, quien afirma que son las marcas las que le indican a quién debe patrocinar. Considera que el negocio de los gamers de a poco va en alza, tanto dentro de Chile como en todo Latinoamérica y afirma: “hoy en día creo que sí es conveniente invertir en los equipos”.

Francisco Osorio está convencido de que el gaming profesional seguirá creciendo en nuestro país y a nivel latinoamericano: “yo creo que de aquí a un año y medio más ya va a haber casas más constituidas con jugadores ya profesionales, que puedan independizarse de sus familias y que vivan en base al juego”.

Sobre la autora: Fernanda Mujica es alumna de tercer año de periodismo y escribió este reportaje como parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa impartido por el profesor Juán José Lagorio. El artículo fue editado por Josefina Ortiz como parte de su trabajo en el curso Taller de Edición en Prensa impartido por el profesor Enrique Núñez Mussa.