Por Rosario Góngora / Ilustración Mathias Sielfeld

El pasado lunes 13 de octubre comenzó el proceso eleccionario de la Federación de estudiantes de la Universidad Católica (Feuc). Colores en los patios, lienzos amarrados en los edificios de los diferentes campus y candidatos que se mueven entre estudiantes buscando apelar al voto de lista son el escenario actual en la UC.

“Haciendo patio” –como se conoce al trabajo de campaña–, los movimientos políticos de la Universidad buscan modificar el resultado de los últimos años en la elección de federación. No así la Nueva Acción Universitaria (NAU), movimiento político que está al mando desde 2009, y que hoy busca consagrar su séptima federación.

El escenario que enfrentó Miguel Crispi –el primer presidente electo del NAU– para ganar las elecciones se contrapone al escenario actual. Entonces la política universitaria permanecía alejada de la contingencia nacional e ideas como la reforma educacional, los derechos laborales o la participación estudiantil estaban lejos de ser abordadas por la federación a su cargo.

Creado en 2008, el NAU ganó con una propuesta de cambio. Una nueva participación estudiantil más cercana a la realidad nacional, que buscaba articular cambios en la sociedad. Hoy la continuidad del NAU –el único movimiento de centroizquierda electo democráticamente en la historia de la FEUC, que ha conseguido ganar seis elecciones consecutivas– está en duda.

Desde la derecha universitaria, entre otras críticas que ha recibido Naschla Aburman, actual presidenta de la federación, una de la que más se repite es su supuesta cercanía con el gobierno a través de exmilitantes que pasaron por Revolución Democrática y que hoy están en el Ministerio de Educación.

“El NAU es un movimiento universitario que no está en la oposición ni en el oficialismo”, dice Naschla Aburman. La actual presidenta de la Feuc explica que como movimiento han buscado criticar tanto a la derecha por su resistencia a los cambios, como al gobierno y a la Nueva Mayoría por las contradicciones internas que han mostrado respecto a los cambios que buscan realizar en educación.

Ricardo Sande, actual candidato presidencial de la lista gremial 1A, plantea que el actuar de Aburman en la Confech fue incómodo porque por primera vez el NAU no fue oposición al gobierno, y se vieron “muy poco independientes a nivel nacional”. Pero la mayor de las críticas que Sande hace apunta directamente a cómo Aburman desempeñó la vocería. “El papel de la Feuc en la Confech no es ser vocero de la Confech misma, sino que ser vocero de la Universidad Católica, y en ese sentido ella no fue con las ideas de la Universidad Católica, sino que con las ideas del mismo Confech”, dice el gremialista.

“El NAU es un movimiento universitario que no está en la oposición ni en el oficialismo”, responde Aburman. La actual presidenta de la Feuc explica que como movimiento han buscado criticar tanto a la derecha por su resistencia a los cambios, como al gobierno y a la Nueva Mayoría por las contradicciones internas que han mostrado respecto a los cambios que buscan realizar en educación. Sobre de los ex NAU que ahora están en Revolución Democrática o en el gobierno –como el diputado Giorgio Jackson y Miguel Crispi, asesor del ministro de Educación–, la presidenta de la Feuc dice: “Ya no están en el NAU porque este es por definición un movimiento universitario, por lo tanto mantenemos nuestra postura de independencia”.

Progresivamente en los últimos años, el NAU ha ido perdiendo votantes en las elecciones. Si bien el 2013 se impuso en la segunda vuelta frente a la lista gremial 1A, hubo solo 133 votos de diferencia. “Para nadie es un misterio que esta es la elección más difícil para el NAU. Más allá de la idea de un desgaste propio tras seis años de gestión, deberán enfrentar un problema más profundo: la pérdida de confianza y credibilidad que hoy tiene su proyecto frente a los estudiantes de la UC”, dice Joan Acharan, candidato presidencial por la lista Crecer.

Frente a la pregunta ¿Crees que la Nueva Acción Universitaria (NAU) alcanzará su séptima federación consecutiva en las elecciones #Feuc2015?, de la encuesta realizada por el medio online El Puclítico, con 1.298 votos, un 64% contestó que el movimiento no logrará ganar las elecciones. Otra encuesta realizada por el Observatorio de Opinión Pública, organización autónoma de estudiantes UC, predijo que el Movimiento Gremial (MG) obtendrá un 27,4% de los votos, el NAU un 26,4% , Crecer un 21,4%, Solidaridad un 20,2% y Liberales un 4,53%.

Desde las elecciones de 2013 el MG ha buscado una nueva forma de reconquistar el electorado perdido. Con el slogan Sociedad en movimiento, hoy buscan transmitir un mensaje de cambio en su forma de actuar en federaciones pasadas, razón que, según dicen, les ha permitido capturar nuevos adherentes. “Nosotros creemos que el verdadero cambio parte desde la persona. Las personas desde su espacio, desde la sociedad civil logran hacer cambios e influir en lo público y esa es nuestra visión de cómo debe ser la Universidad Católica”, dice Ricardo Sande, el candidato a la presidencia de la lista 1A.

Para Jesús Fuentevilla, editor de política del medio online El Puclítico, el NAU presenta un desgaste natural que es propio de los movimientos que llevan muchos años en la federación y, al no existir alternancia, existen muchas críticas acumuladas a su desempeño.

Además, una izquierda más cohesionada busca hacer verdaderos cambios materiales y estructurales que permitan hacer de la Universidad un espacio de construcción colectiva. Joao Acharan de Crecer asegura que para lograr esto es necesario un proceso de democratización. “Desde el trabajo de base, la horizontalidad y la articulación con otros, podremos impulsar procesos que partan desde nuestros espacios locales, desde las realidades concretas de nuestros compañeros, generando las subjetividades necesarias que nos permitan transformar con éxito ciertas estructuras jerárquicas y autoritarias en la UC”, dice Acharan, quien estudia Ciencias Políticas.

La incorporación de un nuevo movimiento político, Liberales UC, amenaza con robar el 7% de los votos que anteriormente obtenía la Opción Independiente (Oi), movimiento que en marzo de este año decidió disolverse. Para Jesús Fuentevilla, editor de política del medio online El Puclítico, el NAU presenta un desgaste natural que es propio de los movimientos que llevan muchos años en la federación y, al no existir alternancia, existen muchas críticas acumuladas a su desempeño. “No es claro que el NAU pase a segunda vuelta, este año posiblemente podría pasarles el mismo escenario que el año pasado, si es que Liberales UC logra captar votos que captaba la OI anteriormente y si es que hay tanto descontento de gente que votaba NAU que ahora está dispuesto a votar nulo o simplemente no votar”, dice Fuentevilla.

Según el excoordinador  general del NAU y actual candidato a la presidencia, Alberto Millán, la gestión de la federación actual se caracterizó por el desarrollo de un trabajo interno y externo. Puertas adentro, el proyecto El Plan tenía como objetivo principal levantar inquietudes de la comunidad universitaria mediante un proceso participativo que contó con la participación del rector, 12 de 16 decanos, diversos sindicatos y centros de alumnos.

En el plano externo, Millán –alumno de Periodismo– cree que fue un año complejo y que esa misma complejidad hizo que a nivel de opinión pública aparecieran más las divergencias que las convergencias dentro de la Confech. De todas formas, explica Millán, se lograron objetivos como la derogación del artículo DFL Nº2, que restringía la participación de las comunidades y que hoy otorga derecho a voto a alumnos y funcionarios administrativos en las elecciones de las distintas instituciones de educación superior.

Más allá de las diferencias, hoy existe consenso en todos los grupos en que el gran desafío para la Feuc será el próximo año cuando se discutirá la reforma de educación superior.

Más allá de las diferencias, hoy existe consenso en todos los grupos en que el gran desafío para la Feuc será el próximo año cuando se discutirá la reforma de educación superior. Para el NAU es clave participar en el debate que tratará temas como la acreditación y financiamientos estatales, y considera que en tal caso es fundamental que la Universidad tome una decisión respecto a cuál será su papel dentro de la sociedad. “Cuando hablamos del rol público de la Universidad, hablamos de una Universidad más inclusiva, no solamente con la diversidad socioeconómica de sus estudiantes, sino que con las minorías sexuales y étnicas. Una Universidad que genera conocimiento para Chile, sin adoptar una posición conservadora sino que se abra a la discusión”, dice Millán.

Para el candidato de la lista 1A Ricardo Sande, la Universidad se distingue por cumplir con un papel en la sociedad sin ser estatal, y la postura que debe asumir es potenciar el cómo las personas pueden generar cambios reales, desde sus propios espacios, hacia la esfera pública.

Frente al escenario eleccionario actual, Millán asegura que como todos los años la pelea final se dará entre el NAU y los movimientos de derecha Solidaridad o Movimiento Gremial. Él es enfático en asegurar que ambos movimientos proponen cambios, pero no explican de qué forma hacerlos y comenta que los procesos de transformación que ha llevado hasta ahora el NAU son a largo plazo. “Espero que los electores entiendan que lo que hemos hecho durante seis federaciones no sea un paréntesis, sino que sea solamente parte de un proceso de transformación profunda”, dice el candidato.

Sobre la autora: Rosario Góngora egresó de periodismo en junio pasado y actualmente se encuentra en vías de titulación.