—¿Cómo se llegó a la conclusión de que el universo se está expandiendo de manera acelerada?
—Para eso fue necesario datos de supernovas muy lejanas que se complementaron con los de supernovas cercanas, descubiertas en el proyecto Calán-Tololo. Con los dos sets de datos se pudo comparar la tasa de expansión del universo local, a partir de las supernovas estudiadas por Calán-Tololo. Así, si tú comparas las tasas de expansión actuales con las antiguas, descubrirás que el universo se expande más rápido ahora que en el pasado, lo que contraviene los antiguos modelos. Antes pensábamos que todo estaba dominado por la fuerza de la gravedad, por la fuerza de la materia, por lo tanto, el universo debía ir frenándose. Pero resulta que encontramos lo opuesto: el universo se expande cada vez más rápido, y eso es responsabilidad de la llamada energía oscura.
—¿Qué es la energía oscura?
—Necesitamos algo adicional para explicar la aceleración de la expansión. Si la gravedad dominara el universo, éste debería frenarse. Como encontramos que, al contrario, se va acelerando, tenemos que incorporar algo más al modelo. No sabemos qué es lo que es, pero sabemos que hay algo responsable de ello.
—¿El modelo del universo acelerado es definitivo?
—No hay nada definitivo en la ciencia, todo va cambiando. La expansión del universo sólo fue descubierta en 1929, antes de eso pensábamos que nuestra galaxia era todo lo que existía. Y ahora, con las observaciones de 1998, sabemos que el universo se acelerará para siempre. El modelo es una verdad en construcción permanente. Nunca será definitivo. Siempre tendremos más información que cambie nuestra visión cosmológica.
—¿Cómo cambiará la ciencia cuando se descubra qué es la energía oscura?
—Eso tendrá tremendas implicancias, pero no puedo responder más allá esa pregunta porque no sabemos qué es la energía oscura. Podría haber enormes consecuencias para toda la física, quizá en alguna experiencia más cotidiana.
Ciencia a la chilena
Hoy, Hamuy gasta la mayor parte de su tiempo encabezando a un grupo de investigadores de las universidades de Chile, Católica y Andrés Bello que buscan supernovas en el observatorio Cerro Tololo. Han descubierto 150 desde 2008, y realizado estudios posteriores para saber cómo nacen, cómo actúan y cómo explotan las supernovas.
—¿Qué le parece que su investigación haya sido la base de un premio Nobel?
—Los científicos utilizaron los datos del proyecto Calán-Tololo como referencia y le agregaron datos de sus proyectos, y en su conjunto determinaron que el universo se expandía. Entonces, me siento muy satisfecho de que un proyecto que nació en Chile en 1989, de manera muy simple, haya logrado ser la base de un descubrimiento muy importante que obtuvo un premio Nobel.
—¿Por qué Chile no destaca por sí solo en la ciencia internacional?
—Primero que todo, porque somos muy pocos. Somos cuatro mil investigadores activos en Chile y en el mundo hay siete millones. Y segundo, porque, aunque somos muy pocos y ha habido casos de ciencia de gran impacto hecha en Chile, para conseguir reconocimiento afuera se necesita un apoyo institucional. Tiene que haber un gobierno atrás interesado para que nuestros científicos se destaquen. Se necesita ese apoyo, pero, lamentablemente, es muy escaso. No se valora suficientemente el trabajo del científico, tampoco se tiene confianza en ellos para apoyarlos y que consigan premios.
—¿Se necesita aumentar el número de investigadores?
—Eso pasa por incentivar a los jóvenes, de todas maneras. Y también por inyectar más dinero en el sistema de investigación del país. Chile gasta solamente un 0,4 por ciento del PIB en ciencia, mientras el promedio mundial es de 1,7 por ciento. Si Chile realmente quiere dar un gran salto, no sólo para tener galardones o reconocimientos, sino para dar un gran salto en nuestro desarrollo, necesita multiplicar por cuatro su inversión en investigación científica.
—También ha dicho que es necesario destinar más recursos para la ciencia básica, la que, según usted, hoy se encuentra en una situación de desmedro frente a las ciencias aplicadas.
—Ambas tienen que convivir. Pero hoy día el interés de las autoridades nuestras, del gobierno, es fomentar la investigación aplicada, lo cual encuentro que es muy bueno. Pero no se puede descuidar la investigación básica. Me temo que la esta iniciativa actual del gobierno pueda perjudicar a la ciencia básica.
—¿Cómo así?
—Le podría perjudicar si, de los pocos recursos que el Estado da a la ciencia, cada vez éstos se van más para la investigación aplicada. No hay problema con que exista más inversión en la ciencia aplicada, pero no hay que quitar dinero a la investigación en la ciencia básica porque es ahí donde surge la verdadera innovación, desde el terreno desconocido.
que buen articulo ,sencillo e ilustrador , si de acuerdo con el prof.
hamuy , aprovechar sinergias y crear un cluster de ingeniería asociadas a los proyectos astronómicos, , de mantenimientos , instrumentación calibración que podria demandar mucha inteligencia nacional