Gonzalo Castillo / Foto Anahi Ruiz

El lugar es el cerro Ramaditas, en Valparaíso, en donde finaliza la avenida Argentina y comienza el camino a Santiago. En este sector comienza su puerta a puerta el candidato a diputado independiente por el cupo del Partido Comunista Jorge Coulon. Su nombre no le dice mucho a algunos vecinos del sector, salvo por algunas sonrisas que arranca la pronunciación del francés: “Culón”. Sin embargo, en el momento que los brigadistas comentan que es el vocalista de Inti Illimani, la gente reconoce al grupo y sus rostros cambian.

“Me lo propusieron simplemente y a mí me pareció interesante por mi compromiso con la ciudad y por el momento histórico que vive Chile”, así Coulon explica cómo se produjo su postulación al parlamento, que fue oficializada pocos días antes del cierre de inscripciones, a principios de septiembre.

Apenas comienza su recorrido, cuando el músico llega a un taller mecánico donde su dueño, un hombre que viste un overol azul, es quien entabla la conversación. El diálogo se vuelve áspero una vez que se revela la posición política de Coulon:

—Yo voté antes por Allende pero después con las colas y todo, ya se sabía que lo iban a sacar. Y ahora siguen leseando con los muertos. Si ya están muertos, ya –dice el mecánico.

—Lo que usted me está diciendo me duele profundamente. Yo tengo amigos desaparecidos y ejecutados. Fui amigo personal de Víctor Jara, así que no le acepto que diga eso —responde el candidato, antes de seguir con su camino, dejando atrás el taller.

Mientras cruza hacia la vereda de enfrente, donde una vecina con su hija quieren saludarlo, comenta: “Este es el problema con los que tienen un pequeño negocio, o una pyme, están convencidos que son socios de los Matte y los Angelini”.

Patricia Montero, su mujer hace 16 años, señala que a pesar de lo sorpresivo de la decisión, Coulon es el indicado para asumir este desafío: “Ama a Valparaíso, se la ha jugado muchas veces por esta ciudad, de hecho yo me enamoré de él ayudándolo a tapar con planchas de calamina los huecos por donde entraba la gente a quemar el edificio Cousiño, la mal llamada ratonera”. El músico fue uno de los fundadores de “Ciudadanos por Valparaíso”, iniciativa que se dedica a promover el patrimonio porteño y su conservación.

Cuando tenía 12 años, Jorge empezó a desarrollar su inquietud por la política a través de una especie de diario en el que, entre juego y en serio, llenaba con dibujos, textos de fútbol, algún chiste y contenido sobre política, área en la que manifestaba especial preocupación. “No eran más que unas hojitas sueltas pero para él era un periódico” explica su madre, Lina Larrañaga.

Jorge Coulon es uno de los fundadores del Inti Illimani, conjunto nacido a fines de los años sesenta bajo el alero la Universidad Técnica del Estado (UTE), la actual Universidad de Santiago de Chile (USACh). Cuando cursaba la carrera de Ingeniería Ejecución en Electricidad junto a otros compañeros formó el grupo que, junto a Quilapayún y otros músicos, sería parte integral del movimiento de la Nueva Canción Chilena.

Ya en esos tiempos la claridad ideológica de su pensamiento marcaba diferencias dentro del grupo, como lo destaca Ernesto Pérez de Arce, antiguo miembro del conjunto. “Jorge tiene una cualidad que no teníamos el resto, que es de una fácil comunicación, él se expresa bien, lee mucho, por lo tanto es un hombre instruido y sus posiciones políticas eran más firmes que las de los demás”.

La identificación de estas agrupaciones musicales con el gobierno de la Unidad Popular les significaría tener que partir al exilio después del 11 de septiembre de 1973. El destino fue Italia. Allí, Jorge continuó profundizando su pensamiento político, y su formación como persona. Se matriculó en la Universidad de Perugia en 1980, donde tomó cursos de historia, entre otros. “Estudié historia medieval, historia de la Iglesia, estudios franciscanos, un montón de cosas… Me fui formando como persona allá, al punto que todavía leo y no sé si estoy leyendo en castellano o italiano. Leo y absorbo las ideas sin fijarme en qué idioma lo estoy haciendo”, recuerda Coulon.

El retorno del exilio, en el año 1988, lo condujo a Valparaíso. Si bien es oriundo de Temuco, a los 5 años emigró a Santiago junto a su familia. La ciudad nunca fue de su agrado. Las grandes ciudades no iban con su personalidad, ni siquiera Roma, que lo acogió a él y al grupo en el destierro: “Las ciudades con mucha gente se están transformando en algo muy agresivo, entonces yo tenía la idea después del exilio de irme a vivir a un lugar tipo Santo Domingo, a algún lugar del litoral central. Pero sobre todo el Gitano Rodríguez [músico porteño, autor del tema Valparaíso] me había entusiasmado mucho con Valparaíso”.

Y la ciudad-puerto fue la que removió esas antiguas ganas de participar en política activamente. Postuló primero como concejal en las elecciones municipales de 1996. Entonces consiguió el 1,91% de los votos, que no le permitió llegar al municipio porteño.

Ahora espera tener mejor suerte. Cuenta con el apoyo de todos sus compañeros de Inti Illimani, la facción del grupo original a la cual pertenece Coulon y que mantiene una disputa por el nombre original de la banda con el grupo que se denomina Inti Illimani Histórico. Así lo reafirma Daniel Cantillana, integrante de este conjunto: “La posibilidad de tener un parlamentario de la altura de Jorge, le hace bien a la política nacional. Nosotros estamos absolutamente cuadrados con la candidatura. Hace un tiempo me escribió Paty, la señora de Jorge, para preguntarnos si estaríamos dispuestos a participar por su candidatura y, obviamente, le dijimos que sí”.

La candidatura de Coulon tiene una competencia compleja. No solo tiene como compañero de lista al actual diputado del distrito, el demócratacristiano Aldo Cornejo, sino que el electorado de izquierda lo disputa con dos exlíderes estudiantiles, Sebastián Farfán (miembro de la Unión Nacional Estudiantil apoyado por el Partido Humanista) y Daniela López (candidata de la Izquierda Autónoma). Coulon dice que sus divergencias no son del todo programáticas. “Tengo la mejor opinión de ellos. Nuestras diferencias tienen sólo que ver con la oportunidad, los medios y las alianzas”, dice el músico.

Sobre los gastos de campaña, Coulon cifra en 25 millones de pesos lo que se necesita para llevar adelante el trabajo. De esa cantidad, tanto el PC como privados han colaborado, no solo con dinero, sino además con carteles: “El Partido Comunista ha puesto una parte, que son como 15 millones con los que comenzamos, y estamos viendo la manera de conseguir o con préstamos de amigos o con aportes privados. Pero lo que llevamos hasta el momento es eso. Después hay donaciones de privados que están alcanzando los 4 millones. Y con esa plata es que estamos trabajando”.

Marcelo Coulon, hermano y compañero del candidato en Inti Illimani resume lo que significa esta campaña y las posibilidades que se abren para su hermano: “Si Jorge sale electo no creo que pueda hacer las dos cosas con la misma libertad que lo ha hecho hasta ahora, y para mí sería como el reciclaje más natural para él. Si tuviera que dejar el conjunto, por esta nueva actividad que sería ser diputado, me parece que es lo más lógico”, dice.

El músico deja entrever lo difícil que le resulta ponerse en el plano de ser electo diputado y tener que dejar la música profesional, cuestión que ya en la presente campaña se ha visto alterada: “Estamos ensayando, estamos grabando y yo no he tenido mayor participación en eso. ¿Qué pasa si salgo elegido? Esa es una pregunta que no estoy en condiciones de responder ahora”.

El atardecer cae sobre el cerro Ramaditas y el candidato acelera el paso para alcanzar a tocar la mayor cantidad de puertas. De una de ellas, sale una mujer a quien invita al acto de término de campaña, una semana antes de las elecciones:

—Vamos a hacer un cierre de campaña en la Plaza del Pueblo con el Inti Illimani, junto a Illapu y otros artistas, le dice Coulon a la señora que abrió la puerta de su casa.

—Allá vamos a estar, entonces —le responde.

Sobre el autor: Gonzalo Castillo Becerra es alumno de quinto año de Periodismo y este artículo es parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa Escrita, dictado por el profesor Cristóbal Edwards. La foto es de Anahi Ruiz, y corresponden a su trabajo en el curso Taller de Fotografía Periodística, dictado por la profesora Consuelo Saavedra.