Cindy Chinga / Ilustración Mathias Sielfeld

Los Pumas, el mayor proyecto minero de la región de Arica y Parinacota, hoy está paralizado. La Corte de Apelaciones de Arica aceptó la tramitación de un recurso de protección interpuesto en conjunto por agricultores, la Junta de Vigilancia del Río Lluta y el Consejo Autónomo Aymara, y ordenó detener el inicio de la construcción de la mina de manganeso. La acción legal es solo uno de los tres recursos de protección que grupos de ciudadanos y el alcalde de Putre han interpuesto durante el último mes, tras la aprobación del proyecto por parte de la comisión de evaluación ambiental de Arica el 19 de agosto pasado.

Arsénico, azufre, aluminio, boro, calcio, hierro, litio, magnesio, sodio, silicio y estroncio serían los contaminantes que –según un informe publicado en 2012 por el programa Chile Sustentable– depositarían las miles de toneladas anuales de desechos mineros de Los Pumas, causando daños ambientales irreversibles.

La mina a tajo abierto, se encuentra a 200 metros del nacimiento del río Lluta. El cauce riega el valle agrícola del mismo nombre y, además, provee gran parte del agua potable de la ciudad de Arica. La mayor preocupación de los agricultores es que el polvo en suspensión provocado por tronaduras del terreno y la creación de tres botaderos de desechos contaminen las aguas y afecten su fuente de trabajo.

La región de Arica y Parinacota cuenta con alrededor de 7.000 hectáreas cultivadas. Sus principales productos son choclos, aceitunas, cítricos, mangos, semillas y hortalizas. La agricultura es la segunda actividad económica más demandante de mano de obra de la zona (15%) y la mayoría de las cosechas se despachan hacia Iquique y Valparaíso.

Alfonso Quintana, representante legal de la minera Hemisferio Sur, propietaria de Los Pumas, dice que el proyecto hoy se encuentra en etapa de reevaluación e insiste en que la instalación de la mina no generará desechos contaminantes en el río. “De acuerdo a la legislación chilena vigente, fuimos calificados favorablemente con la participación de más de cincuenta profesionales por parte del Estado. Adicionalmente, trabajaron más de veinte especialistas de la constructora quienes estudiaron acabadamente los peligros contaminantes”, explica Quintana.

Según un informe entregado por la empresa, la mina utilizará un sistema de desvío de aguas lluvia para impedir el ingreso de esta a los botaderos, rajos y a la planta, y así conducirlas directamente por sus quebradas hacia el río Lluta; sin que se contaminen con los residuos de manganeso. El proyecto, según Hemisferio Sur, creará 350 nuevos empleos y se estima que exportará 400 mil toneladas de concentrado de manganeso anuales a China durante diez años.

El intendente de Arica, José Miguel Durana, quien formó parte del comité que aprobó la iniciativa, defiende la necesidad de explotar el desarrollo minero en la región. “La gente de Arica quiere trabajo, pero quiere trabajo en su región. No quiere estar trasladándose todos los días a otros lugares, es así como la familia se desintegra. [Los detractores] son solo pequeños grupos radicalizados que en ningún caso representan a la mayoría de Arica”, asegura Durana.

El alcalde de Arica, Salvador Urrutia, y el presidente del Consejo de Ciudadanía de Arica, Hermann Mondaca, se oponen al proyecto, junto con grupos indígenas y asociaciones de agricultores. Según medios locales, en la última marcha –realizada a comienzos de octubre– participaron más de mil personas opositoras al proyecto.

Con 33 procesos judiciales contra empresas mineras como Los Pelambres, Andina 244 y Pascua Lama, Chile encabeza el ranking de conflictos de esta índole en América del Sur, según un estudio elaborado por el Observatorio de Conflictos Mineros.

Sobre la autora: Cindy Chinga es alumna de quinto año de Periodismo y este artículo es parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa Escrita, dictado por el profesor Sebastián Rivas.