Por Mariabelén Briones/ Portada: Nicolás Riquelme, a partir del diploma que recibían los concursantes en el Chacal de la Trompeta/Fotos: Gentileza de Leonardo Núñez

Leonardo Núñez (74) estaba en el living de su casa viendo el último capítulo de Sábado Gigante. El 19 de septiembre el programa que Canal 13 y Univisión transmitieron durante 53 años llegaba a su fin. “Ahora viene el más despreciable de todos, por eso le llaman el Chacal. ¡Chacal!”, cantó Don Francisco. Y lo que seguía ya era conocido. Al terminar la sección, el animador desenmascaró al personaje famoso por eliminar a los concursantes tocando su trompeta. Era Julián Gil, un actor argentino que fue presentado como el nieto del primer Chacal. Eso no era verdad.

Núñez continuaba sentado. Sus ojos llorosos. Escribió en Facebook: “Nadie se creyó el cuento cuando mostraron el rostro de un falso Chacal. Adiós Gigante, te fuiste mintiendo como de costumbre”.

El músico

Cuando a Núñez le ofrecieron ser el Chacal de la Trompeta, ya era un reconocido músico en Chile. Nació el 27 de diciembre de 1940, un día antes que Mario Kreutzberger. Oriundo de San Felipe, a los seis años se trasladó a Valparaíso, mismo año en el que su madre murió. Su padre lo envió a la casa de un tío, decisión que no agradó al futuro trompetista. Esto lo motivó a escapar y vivir en la calle. “Yo vivía como pelusita. Dormía en la calle junto a un perro que adopté. A pesar de esto, los carabineros me agarraban y me llevaban a un hogar de menores en Playa Ancha”, recuerda Núñez.

“Yo me metí a la música no porque me gustara, sino por andar un poco mejor vestido”, cuenta Núñez.

En la Casa Nacional de Menores vivió aproximadamente siete años. Nunca se instaló definitivamente. Huía y volvía. Cada vez que regresaba, siempre sucio y con la ropa destrozada, lo obligaban a usar un overol que decía en la espalda “Casa de menores” y alpargatas de cáñamo con género. Fue durante esos años que conoció su destino: la música.

Un día cualquiera vio a un grupo de 10 niños, todos vestidos de terno azul, corbata y zapatos negros. Eso le llamó mucho la atención y preguntó quiénes eran. Se trataba de la banda de músicos del orfanato. “Yo me metí a la música no porque me gustara, sino por andar un poco mejor vestido” afirma Núñez. Reconoce que nunca se le pasó por la cabeza que tendría talento con los instrumentos y que su sueño era ser futbolista. Aunque esa pasión nunca decantó, hasta el día de hoy es un fanático hincha de Unión San Felipe.

LOS GALOS EN LIMA

Leonardo Núñez (a la derecha y al fondo) con el grupo Los Galos a fines de los 70.

Núñez pidió formar parte del grupo de niños vestidos de terno azul y le dijeron que sí, pero que no podía volver a escapar del hogar. A los once años comenzó tocando la corneta, pero le llamó más la atención la trompeta. Era tal su talento con este instrumento, que destacó dentro de sus compañeros  y, a los 15 años, lo invitaron a ser parte de la banda de guerra de la Escuela Militar.

En 1957 entró a la Sonora Los Caribes, en los 60 integró la Sonora Palacios, y en el 71 se unió a Los Galos con quienes aún comparte escenario. Diez años después ayudó en la creación de la Sonora Tommy Rey. “El que no conoce a Leo Núñez no conoce nada de la música tropical en nuestro país”, afirma el baterista fundador de Los Galos y amigo hace 44 años del músico, Roberto Zúñiga.

A través de presentaciones en distintos eventos y programas de televisión, Núñez logró hacerse un nombre dentro de la música chilena.

Enmascarado

—¿Quién es esa galleta que viene con las orquestas?—preguntó Mario Kreutzberger en un ensayo en Sábado Gigante.

—Leonardo Núñez—afirmaron Arturo Giolito y Valentín Trujillo.

—Llámenlo y veamos qué puede hacer.

Así recuerda Núñez el diálogo que lo llevó a convertirse en el Chacal. Para crear la sección, Don Francisco se inspiró en el personaje de un estelar inglés que expulsaba a los participantes con un toque de gong. En vez de un gong, decidió que el instrumento a utilizar sería la trompeta. El toque elegido para eliminar a los concursantes corresponde al que usaba la caballería americana cuando peleaban con los indios, en las películas del lejano oeste.

El primer verdugo de la sección del Chacal de la Trompeta fue Juan Bulnes, quien fue trompetista de la orquesta de Valentín Trujillo y de la Sonora Huambalí. Duró sólo seis meses. Lo que hacía Bulnes era estar parado y tocar la trompeta. Don Francisco quería un cambio para el personaje. Necesitaba un cómplice, alguien con quien poder interactuar y que hiciera un show.

Fue así como en 1980, Núñez recibió una llamada de Arturo Giolito, director musical del programa, ofreciéndole el trabajo. Días después se presentó en el canal ante Arturo Menchaca, productor del espacio, se puso la capucha, se movió por el escenario y lo convenció. Antes de aceptar, habló con Juan Bulnes. “Yo le dije a mi amigo Juanito que me estaban ofreciendo esta pega y me dijo Leito, quédese usted no más, a mí no me gusta hacer ese personaje. Yo soy más tímido”, recuerda el Chacal de la Trompeta. Ese día nació su alter ego, que durante 32 años personificó en televisión.

CHACAL_recortado

Durante 32 años, Núñez interpretó a su personaje entre Santiago y Miami.

­Iba al canal tres veces a la semana. Los martes eran de casting. Con una cotona que en la espalda decía “Sonido” y una carpeta se paseaba por el estudio escuchando a los participantes. En su carpeta anotaba A cuando tenían talento, una B cuando eran regulares, una C cuando no lo hacían bien y C0 cuando eran “malos y locos”, según recuerda. Los jueves eran de pauta y junto al equipo seleccionaban dos de cada tipo para tener concursantes variados en la sección. Y los sábados, al aire.

El músico se movía por el escenario, captaba las señas de Don Francisco, molestaba a los participantes, tocaba su trompeta, bailaba. “Indiscutiblemente el Chacal de la Trompeta era un show dentro del show. Actuaba con los concursantes, con el público y con Mario. Él hacía de la sección un espectáculo”, rememora el primer director de Sábado Gigante, Arturo Nicoletti.

Los concursantes nunca supieron que quien se paseaba con la cotona los días martes era el Chacal. En el equipo de Sábado Gigante, 30 personas conocían su identidad. De su círculo cercano, algunos pocos: su familia, el grupo Los Galos y un par más. El enigma se develó recién en 2013. “Para nosotros no era tema guardar el secreto, nacimos sabiendo que mi papá era el Chacal de la Trompeta. Estaba prohibido comentar su trabajo, para todos él era un músico”, afirma Michelle Núñez, hija del trompetista.

El 12 de abril de 1986 se transmitió el primer capítulo de Sábado Gigante a través de la cadena Spanish International Network, actual Univisión, en Estados Unidos. En ese capítulo Leonardo Núñez no estaba. Tampoco lo estuvo durante los siguientes tres meses. Su presencia no estaba en los planes de la versión internacional. No obstante, luego de haber probado con diez músicos cubanos, a Don Francisco no lo convenció ninguno.

—Queremos que vuelvas- le pidió por teléfono desde Miami el animador, recuerda Núñez.

Núñez no dudó en aceptar. La nueva vida de Núñez y del Chacal de la Trompeta eran 15 días en Miami y 15 días en Santiago. Aproximadamente fueron 12 años sin su familia. En Estados Unidos vivía en un hotel junto a otros integrantes del equipo. Grababan dos capítulos y los otros dos salían en vivo, que era cuando se devolvían a Santiago. Conoció a muchos famosos internacionales, él destaca a Celia Cruz.

Durante todos su años como Chacal nunca abandonó su rol en la banda Los Galos. Incluso, le tenían un reemplazo cuando estaba trabajando en Estados Unidos. Asimismo, Núñez se encargó de entrenar a alguien cuando él no pudiera estar en Sábado Gigante, el trompetista cubano Alejandro Oddio. Le enseñó la técnica, le mostró videos. Él podría haber sido el heredero del Chacal, pero cuando el músico fue despedido del programa, no aceptó. Fueron tantas las horas que dedicaron en conjunto al personaje, que eso se transformó en una profunda amistad.

Desenmascarado

“Mi nombre verdadero es Leonardo Núñez Guerrero, conocido como el Chacal de la Trompeta”.  Así comenzaba el capítulo del show de farándula Suelta la sopa emitido por Telemundo. El 20 de noviembre de 2013, se conoció por primera vez públicamente quién era el misterioso personaje detrás del Chacal de la Trompeta. Casi un año luego de haber salido del espacio, Leonardo Núñez reveló su identidad.

“Don Francisco me dio la espalda y digo Don Francisco porque yo nunca conocí a Mario. A pesar de haber estado 32 años, sólo recibí un chao”, afirma Núñez.

En 2012, Canal 13 decidió dejar de transmitir Sábado Gigante en Chile. A fines de ese año, a Núñez le avisaron que no continuaba. “Él tenía contrato con Canal 13. Al terminar el programa en Chile, nadie se quiso hacer cargo de los costos de traerlo a Estados Unidos”, recuerda Ricardo Ossandón, productor del programa en su versión internacional desde 1996.

El trompetista entendió que la decisión era netamente económica pero lo que nunca entendió fue la reacción de Kreutzberger: una despedida fría, un adiós sin más. El más despreciable de todos había sido despreciado por Don Francisco.

Núñez dice que con Mario Kreutzberger nunca fueron amigos, nunca se tomó un café, nunca compartió del canal para afuera, uno era el empleado y el otro el empleador. Pero, eso no fue un impedimento para que él pensara que el conductor haría más para retenerlo. “Don Francisco me dio la espalda y digo Don Francisco porque yo nunca conocí a Mario. A pesar de haber estado 32 años, sólo recibí un chao. Al final, así es la cosa, somos números para él, mientras sumemos bien. Si restamos, para la casa”, afirma el músico.

El programa continuó su versión internacional sin el músico que personificó al Chacal durante más de tres décadas. De a poco, se comenzó a hablar de que la persona detrás de la máscara no era la misma. Los rumores de su despido comenzaron a correr en el canal, en el público, en las cadenas televisivas de la competencia.

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A sus 74 años, Núñez aún se dedica a la música y a personificar al Chacal.

Kreutzberger ante los rumores, decidió salir a desmitificar la existencia de un sólo Chacal. En el mismo programa de televisión Suelta la sopa, el animador afirmó que han sido muchos y que se trata de un personaje y no de una persona. Núñez se sintió traicionado, pero continuó guardando el secreto de que él había sido 32 años el personaje.

Aproximadamente un año duraron estos rumores. En Chile, Núñez recibió una llamada. Era una amiga que trabajaba representando artistas internacionales.

—Leo, ¿por qué no hablas si te está ninguneando?

—No lo sé, cómo voy a hacer eso. Tantos años guardando el secreto.

—¿Y si te consigo buena plata?— cuenta Núñez que le preguntó su amiga.

El canal que andaba en busca de la identidad del Chacal de la Trompeta era Telemundo, competencia de Univisión. Cerraron contrato, mandaron un equipo a Chile, grabaron la entrevista y Leonardo Núñez se desenmascaró.

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Póster realizado por Núñez para sus eventos.

Sentado al frente de su computador pincha las canciones del repertorio de lo que será su gira por Centroamérica junto a Los Galos, el próximo mes. El traje del Chacal de la Trompeta está en la tintorería, preparando su próximo evento. En 2014 registró el personaje en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial: le pertenece la marca por diez años más. Es gracias a esto que continúa haciendo eventos como Chacal, tocando su trompeta y vistiendo de negro con una máscara.
En una muralla de su casa hay una estantería donde se ven todos los trofeos, recuerdos y galardones que recibió mientras fue parte de Sábado Gigante. Además de llevar consigo al Chacal de la Trompeta, también llevará la herida de su salida del programa. 32 años no se olvidan, pero ahora que terminó, quizás sea un poco más fácil.

Sobre la autora: Mariabelén Briones es alumna de cuarto año de Periodismo y este reportaje es parte de su trabajo en el Taller de Prensa impartido por la profesora Gloria Faúndez. El artículo fue editado por Diego Escobedo en el Taller de Edición en Prensa impartido por el profesor Enrique Núñez Mussa.