Por Eduardo Monrroy Cid/Fotos: Gentileza de Pablo Galdames

“¿Por qué me postulan como una de las promesas del recambio? Debe ser porque soy joven. Soy el único de los juveniles que se ha ganado el puesto jugando en el torneo y no por esa regla que pone la ANFP que obliga a que haya al menos un sub-20 en juego. Y también por las ganas que pongo cuando entreno y que demuestro día a día.

Por eso mismo es que con mi papá intentamos manejar las entrevistas que han empezado a surgir porque, de repente, eso de la prensa es malo. La prensa te agranda, te forma muchas expectativas y uno debe estar centrado. Debo tener los pies en la tierra y saber que las cosas hay que seguir haciéndolas bien.

De todas formas, siento presión porque cada vez que toque la pelota van a decir ‘ahí va Galdames, el hijo de Galdames’. Entonces si es que la pierdo o cometo un error, lo van a considerar más por ser hijo de futbolista. Por eso siempre trato de concentrarme y dar todo para dejar bien puesto el apellido”.

Estar a la altura

“Después de que viviéramos con mi familia en Argentina, porque mi papá hizo gran parte de su carrera allá, llegamos el 2008 a Chile y me fui a probar a la U, a la Sub-12. Estuve dos o tres semanas entrenando y al final me dijeron que no, porque era muy chico y muy flaco para mi edad. Luego de eso, me probé en Unión Española, donde también jugó mi papá y ahí sí logré quedar.

“Estuve dos o tres semanas entrenando y al final me dijeron que no, porque era muy chico y muy flaco para mi edad. Luego de eso, me probé en Unión Española, donde también jugó mi papá y ahí sí logré quedar”.

A los 14 años me hice un examen para saber si iba a crecer y me dijeron que tenía el desarrollo de un niño de 12. Entonces vimos la posibilidad de ponerme cartílagos en las rodillas para crecer un poco más, el mismo tratamiento que usó Lionel Messi, pero me dijeron que no era necesario, que solo debía esperar porque era un desarrollo tardío. Pero ahora ya estoy bien, mido 1.76, estoy yendo al gimnasio e intentando subir masa muscular para obtener más fuerza.

Cuando chico me gustaba jugar de delantero. Hacer goles. Después cuando llegué a Unión me probé de esa posición, pero como era chico, me empezaron a tirar para atrás, hasta dejarme de volante ofensivo. Y en un partido de la Sub-16, pasó que expulsaron a los dos contenciones que había y el otro estaba lesionado, entonces, me pusieron a mí ahí. Le ganamos a Serena y no salí más de ese puesto”.

Sueño de Selección

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“Sampaoli me conoce. Todo el cuerpo técnico me conoce. También conozco la forma en la que entrena, la forma en la que juega”.

“En 2013 me habían subido recién al primer equipo, porque hicimos una muy buena campaña en las inferiores de Unión. En ese momento, Jorge Sampaoli me nominó de sparring para el partido contra Bolivia en el Estadio Nacional, el mismo partido cuando volvió David Pizarro. Desde ahí me quedé todas las eliminatorias y me llevaron al Mundial.

Ya en Brasil, en un entrenamiento, todavía no llegaba la selección adulta a la cancha y con los demás sparrings comenzamos a jugar al ‘tontito‘. Ahí, por hacer un chiste, me tiré a barrer y se me trabó el pie en el campo y mi cuerpo pasó de largo. Sentí que el hueso me sonó como si se quebrara un palo de helado. Me tocaba la pierna y sentía un hoyo. Después le decía al doctor: ‘Dígame la verdad. Me sonó el hueso. ¿Qué tengo?‘. No me respondía. Tuve que esperar a que me llevaran a un hospital de Brasil.

Esa misma noche en el hospital me sacaron una radiografía y me dijeron que tenía una fractura en el peroné. Al día siguiente debía volver a Chile. Me quería morir. Había luchado tanto por estar dentro de los dieciocho jugadores. Me preguntaba: ‘Por qué a mí, por qué justo ahora‘. Al final entendí que las cosas pasan por algo, y eso me sirvió para tener más ganas de triunfar.

“Sé que si sigo manteniendo el nivel y la regularidad, en algún momento me va a llegar la oportunidad de jugar en la Selección”.

Sampaoli me conoce. Todo el cuerpo técnico me conoce. También conozco la forma en la que entrena, la forma en la que juega. Pero ya no hablo con él desde que me fracturé, que fue también la última vez que los vi. No ha habido contacto, pero sé que si sigo manteniendo el nivel y la regularidad, en algún momento me va a llegar la oportunidad de jugar en la Selección”.

“No quiero ir a jugar a Europa a una filial”

“A principios de este año iba a empezar a estudiar Educación Física, pero se dio que empecé a jugar de titular. Entonces le dije a mi papá que me quería dedicar cien por ciento a esto y que así iba a ser. Mis papás me apoyaron, siempre lo han hecho. Generalmente tomamos las decisiones en conjunto con mi papá y mi mamá. Son un constante apoyo para mí.

Ahora que comencé a jugar en la misma posición que mi papá, se da mucho que, después de los partidos, conversamos. Él como jugó en esa posición y sumó mucha experiencia, me da hartos consejos y me entrega críticas constructivas para que yo pueda mejorar. Él me da mucho apoyo. Me dice que haga lo que sé hacer. Mis compañeros me dan mucha confianza, entonces yo me siento cómodo dentro del equipo y eso hace que rinda mucho mejor

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“Mi papá me da hartos consejos y me entrega críticas constructivas para que yo pueda mejorar. Él me da mucho apoyo”.

Uno siempre sueña con progresar en su carrera como futbolista. Obviamente a cualquiera le gustaría jugar en un equipo grande, con estadio lleno y con toda la presión que significa jugar ahí. Pero ahora yo estoy concentrado en Unión, concentrado en hacer lo mejor posible.

No me gustaría partir pronto al extranjero. Siempre voy con calma, pensando partido a partido, semana a semana en la forma de superarme. Pero yo no quiero ir a un equipo de Europa a jugar a una filial. Yo creo que lo más importante siempre es jugar en primera división y ahora que lo estoy haciendo, estoy muy feliz.

Sobre el recambio, yo creo que con la regla de la ANFP de tener mínimo dos jugadores nacidos después del 95 en cada plantel, va a haber muchos jugadores que con el roce se van a superar mucho. También hay jugadores que ya se están destacando, está el ejemplo de Sebastián Vega de Audax Italiano, Cristián Gutiérrez y Bryan Carvalho de Colo Colo, Bryan Véjar de Huachipato, y Pinilla de la U. Están todos haciendo las cosas bien, y todo esto de sumar minutos en primera les va a ayudar y van a estar preparados para un buen recambio a futuro.

“Es algo lindo haber sido pelotero y ahora estar con esa camiseta del equipo que siempre te ha gustado”.

La mayoría de los juveniles que han subido al primer equipo siempre han sido peloteros. Así vi el título de Unión el 2013 y el año anterior fui hasta Talcahuano a ver la final. Soy hincha de toda la vida de la Unión. En el 2005 fui a Coquimbo cuando salió campeón. Entonces es algo lindo haber sido pelotero y ahora estar con esa camiseta del equipo que siempre te ha gustado”.

Sobre el autor: Eduardo Monrroy Cid es alumno de tercer año de Periodismo y escribió este perfil como parte de su trabajo en el curso Taller de Prensa impartido por el profesor Juan José Lagorio. El artículo fue editado por Juan Manuel Ojeda Güemes, alumno de cuarto año de Periodismo como parte de su trabajo en el Taller de Edición en Prensa Escrita, impartido por el profesor Enrique Núñez Mussa. Punto de partida es una sección con narraciones en primera persona de deportistas destacados que están comenzando sus carreras.